Los
sistemas de protección contra incendios constituyen un conjunto de
equipamientos diversos integrados en la estructura de los edificios,
actualmente, las características de estos sistemas están regulados por la LEY
19.587 (Decreto regl. 351/79, Decretos modificadores 1338/96, 1057/03), Normas
de NFPA, etc. La protección contra incendios se basa en dos tipos de medidas:
1.
Medidas de protección
pasiva:
Son
medidas que tratan de minimizar los efectos dañinos del incendio una vez que
este se ha producido. Básicamente están encaminadas a limitar la distribución
de llamas y humo a lo largo del edificio y a permitir la evacuación ordenada y
rápida del mismo.
Algunos
ejemplos de estas medidas son:
o
Compuertas
en conductos de aire.
o
Recubrimiento
de las estructuras (para maximizar el tiempo antes del colapso por la
deformación por temperatura).
o
Puertas
cortafuegos.
o
Dimensiones
y características de las vías de evacuación.
o
Señalizaciones
e iluminación de emergencia.
o
Compartimentación
de sectores de fuego.
o
Etc.
2. Medidas de protección activa:
Son medidas diseñadas para asegurar
la extinción de cualquier conato de incendio lo más rápidamente posible y evitar
así su extensión en el edificio. Dentro de este apartado se han de considerar
dos tipos de medidas:
a) Medidas de detección de incendios, que suelen estar basadas en la detección de humos
(iónicos u ópticos) o de aumento de temperatura.
b) Medidas de extinción de incendios, que pueden ser manuales o automáticos:
Manuales: Extintores,
Bocas de incendio equipadas (BIE), Hidrantes, Columna seca.
Automáticos: Dotados de
sistemas de diversos productos para extinción:
·
Agua (Sprinklers, cortinas de agua,
espumas, agua pulverizada).
·
Gases (Halones, dióxido de carbono).
·
Polvo (Normal o polivalente).
Donde se desarrollan las REDES
PRESURIZADAS contra incendio, para lo cual se debe realizar el diseño y cálculo
de la misma.
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